domingo, 3 de octubre de 2010

Reina Prisa y el pan nuestro de cada día

Hoy es domingo de nuevo: toca función. Ya sabéis, a las 20:30 en la Triángulo.
Aquí os pongo esta foto de una de las pintadas a tiza realizada esta semana. He elegido esta porque me gusta mucho el personaje que entra en acción en el momento de tirarla: resulta ser un retrato muy acertado del hombre de hoy y de nuestra reina: La Prisa. La foto fue tomada al medio día. El hombre -por la vestimenta- vemos que se trata de un ejecutivo, y se deduce -por la hora- que se dirige a su casa a comer. En la bolsa lleva unas compras realizadas -de la que regresa del trabajo- en un supermercado del barrio; seguramente no le quedaba ya nada de comer en la nevera. Por sus zancadas de mocasín pulido vemos que no tiene mucho tiempo, las cosas y quehaceres se le agolpan también en las manos; pareciera que en sus pasos de vuelta a casa estuvieran ya implícitos los de regreso y vuelta al trabajo en la jornada de tarde. Seguramente que tiene que regresar en no mucho tiempo, ...ya perdió casi 20' en la cola del supermercado: "otro día mejor compro cualquier cosa para apañarme en el chino" (puede que se lamente en pensamientos). El teléfono móvil siempre a la mano, hay que estar comunicado: miles de llamadas pendientes por hacer, miles de asuntos por resolver..., y los periódicos bajo el brazo: la actualidad y estar informado de todo lo que pasa en el mundo o de todo lo que dicen que pasa en el mundo algo primordial; hay que estar al día cueste lo que cueste, aunque no quede tiempo de detenerse a mirar lo que le pasa a uno o le deja de pasar. También es cosa de look: los periódicos conjuntan muy bien con las corbatas (que por cierto lleva una de las de última moda que parecen decir: "yo, aunque macho, me atrevo con el rosa"). Acompañan al periódico algunos asuntillos más en una carpetilla, nada, un par de cosillas del trabajo por si diera tiempo a mirar al medio día, unas multitas ya pagadas..., ¡qué sé yo!,... el pan nuestro de cada día. (Pincha en la foto para verla ampliada).

3 comentarios:

  1. Anónimo4.10.10

    ¿A dónde irían
    las garzas? Sólo sé
    que algo de mi partió
    como saeta fiel aquella noche
    desde el arco del puente;
    algo de mí se fue y boga dichoso
    hacia algún sur de luz en la flecha del vuelo.
    Miguel Ángel Velasco (de la miel salvaje)
    in memoriam

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  2. Gracias querido anómimo por hacer un recuerdo a Miguel Ángel en el escenario de este blog protAgonista; es un honor y una grata compañía sentir sus versos paseando por aquí. También yo, ayer, al finalizar la función, salté al escenario algunos otros in memoriam.
    Y ésto me sale decir...
    Parece mentira, tu muerte me parece la mía.

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  3. Yo no os había visto hasta aquel día,
    iba bajo vosotras sin saberos,
    decía acaso nube con descuido
    ...o bien cogía una para un verso
    como pañuelo claro en el andén
    de la memoria; pero no os veía.
    ¿Qué haría mientras tanto; en qué comercio
    oscuro me andaría con el sueño;
    en qué mina de olvido, en qué caldera
    apilaba el carbón de la desdicha;
    por qué calles sin cielos vagaría
    mirándome las puntas polvorientas
    de los tristes zapatos, o con qué
    visera amarga malogré mis ojos;
    qué amor amargo los tenía presos
    en espejos de sed, que no veía
    las luminosas nubes?
    Miguel Ángel Velasco

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