Volar y babear

Sólo quedan ya dos funciones en Tantarantana: hoy y mañana. Se pasa volando... Pero aquí estamos, disfrutando del vuelo.
La foto es un regalo Laura ¡¡¡Gracias!!!
El público está subiendo estos días gracias al boca a boca, también están más animados, se les siente reir y respirar... ¡ya podemos jugar!, no como la semana pasada que se mostraban tan fríos, era como toparse contra un muro. Poco a poco, no sé si es la sala o yo misma o el qué, se ha ido ablandando y ahora da gusto. La sensación me recuerda a cuando de pequeños nos daban una bola de plastilina dura como una piedra, que a fuerza de darle pacientemente pellizquitos y calorcito, se transformaba mágicamente en una masa dulce y maleable con la que modelar y hacer churritos era un placer que hacía babear.