Mi abuela era vendedora de cupones de ciegos y lotería. A última hora del día, cuando todavía le quedaba "papel" sin vender, tenía que salir a la calle a "vocear" los números que le quedaban hiciera frío, lloviera o nevara. Esto me impresionaba de ella, medio me avergonzaba al mismo tiempo que me maravillaba. Ahora soy yo la que sale a vocear por esta calle: ¡¡¡Dos últimas funciones!!!
Sólo quedan dos funciones en Madrid, señorito, ¿a quién se las doy?
sábado, 11 de diciembre de 2010
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3 comentarios:
Te acuerdas que también lo "voceaste" hace unos días en el ascensor de tu casa? Acabo de reservar una entrada para la función del día 19.
Ana, tu vecina del 3º2
!Qué alegría! Espero que te guste. Hasta próximo ascensor, e.
Me gustó ayer tu actuación. Mantenme informado de tus próximos montajes.Ed.
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