protAgonizo es un monólogo escrito, dirigido e interpretado por Ester Bellver. Se estrenó en octubre del 2009 en Aretxabaleta (Guipuzkoa). En Madrid tuvo una gran acogida repleta de prórrogas y reposiciones. Saltó de una a otra sala alternativa (Montacargas, Triángulo y AZarte) manteniéndose tres años consecutivos en cartelera. En noviembre del 2011 se presentó en la sala Princesa del Teatro María Guerrero (Centro Dramático Nacional) donde también se prorrogaron sus actuaciones. Ha pasado por Palma de Mallorca, Ciudad Real, Segovia, Asturias, Murcia, Granada, varias ciudades del País Vasco, Cádiz, Barcelona, Valladolid, Sevilla, Palencia, Puertollano, Zaragoza, Albacete, Valencia, Zamora..., y en el ámbito internacional por Buenos Aires.

ESPECTÁCULO RECOMENDADO POR LA RED NACIONAL

domingo, 6 de diciembre de 2009

Pisco

Ayer sábado 5 de diciembre se ha vuelto a llenar la sala. ¡51 de público! Nos quedamos a 9 para colgar de nuevo el cartel de 'AFORO COMPLETO': cubrir las 60 plazas que como máximo se pueden llegar a acomodar, ampliando con tres filas de sillas supletorias el aforo real de la sala: 37 butacas. Salió una función impresionante, una energía muy bonita. Andrés, el maravilloso técnico de protAgonizo, dijo que también le había parecido "la mejor" función hasta el momento, fue muy bonita, muy bonita. Yo casi me sentía una encantadora de serpientes; estaban todos tan entregados, el público, que era una delicia contarles cuentos y leyendas. Entre el público se contaron algunos amigos entrañables y una sorpresa: Conchita Peláez, una niña de mi clase, el nº 27 de la lista, no nos veíamos desde entonces. Estaba igual, muy guapa; se ha convertido en una mujer muy guapa. Me dí los tiempos. Sentí que también se podía expresar con el aire, con los silencios, con pequeñas miradas, graduar la luz de cada escena: esta más tenue, esta más brillante, esta casi a oscuras, desde arriba, desde abajo, tic, tac. ¡Qué maravilla! Todo terminó como muchos días de esta función terminan: con una espléndida cena en El Paisa, un restaurante peruano delicioso y entrañable que hay al lado del Montacargas, en él se celebraba no sé qué evento, y tenían montado allí entre las mesas un guateque discotequero con baile: no llegaba a dos metros cuadrados eran la pista de baile, adornada con cuatro luces de colores y un par de cintas de papel. Se hicieron las tantas, los cierres echados, ¡fiesta clandestina! Terminó la velada con una botella de Pisco (pincha) al son tropical..., para irnos "abrigaditos por dentro", como dicen allá. Todo esto se celebró ayer. Salud!

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