protAgonizo es un monólogo escrito, dirigido e interpretado por Ester Bellver. Se estrenó en octubre del 2009 en Aretxabaleta (Guipuzkoa). En Madrid tuvo una gran acogida repleta de prórrogas y reposiciones. Saltó de una a otra sala alternativa (Montacargas, Triángulo y AZarte) manteniéndose tres años consecutivos en cartelera. En noviembre del 2011 se presentó en la sala Princesa del Teatro María Guerrero (Centro Dramático Nacional) donde también se prorrogaron sus actuaciones. Ha pasado por Palma de Mallorca, Ciudad Real, Segovia, Asturias, Murcia, Granada, varias ciudades del País Vasco, Cádiz, Barcelona, Valladolid, Sevilla, Palencia, Puertollano, Zaragoza, Albacete, Valencia, Zamora..., y en el ámbito internacional por Buenos Aires.

ESPECTÁCULO RECOMENDADO POR LA RED NACIONAL

miércoles, 21 de abril de 2010

Amapola

Hace un año estaba empezando a ensayar protAgonizo. Hace dos estaba ya escribiendo el texto. Hoy he ido a echar unas carreras por el descampao donde lo memoricé (situado al lado de la estación de Delicias Renfe). Es un sitio que me gusta mucho, un descampao de los pocos que quedan en Madrid. Tiene el encanto, también, de que todavía están los raíles de la vieja estación medio enterrados entre las flores y maleza primaveral. He recordado esos días; lo difícil que me resultó meterme tanto texto en la cabeza. Esa fue la táctica que utilicé para aprendermelo: correr mientras decía el texto. Es un buen método, porque los pasos de la carrera hacen de metrónomo y el texto juega y se entrelaza con el ritmo. Me ha encantado rencontrarme con esos olores, con las flores y espigas, las amapolas, los molinillos... A la vuelta me ha pasado algo mágico: venía repasando el texto, justo iba por la escena dedicada a mi abuela, cuando veo que estoy al lado de un quiosco de ciegos de la calle Embajadores, ¡qué casualidad!. Pienso: abuelita me está saludando. La tiro un beso al cielo y justo cae una gota gorda al suelo que me hace parar, ¡una sola gota! Pienso: será de un balcón que están regando; miro para arriba pero no caen más. ¿una lágrima de abuelita?, me digo. La tiro otro beso y pienso: ahora si estoy en lo cierto debería de cambiar el cielo y llover. Acto seguido cambió el cielo y llovió.














Abuelita: bacalao con tomate, las cosquilas en la espalda, el botijo con anises, el quiosco de ciegos, el color verde, los torreznos, el bingo, las cartas, tu amiga Tomasa, el reloj que habla y dice las horas, tu bastón blanco, la radio...


¡Otro beso para tí desde aquí!

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