protAgonizo es un monólogo escrito, dirigido e interpretado por Ester Bellver. Se estrenó en octubre del 2009 en Aretxabaleta (Guipuzkoa). En Madrid tuvo una gran acogida repleta de prórrogas y reposiciones. Saltó de una a otra sala alternativa (Montacargas, Triángulo y AZarte) manteniéndose tres años consecutivos en cartelera. En noviembre del 2011 se presentó en la sala Princesa del Teatro María Guerrero (Centro Dramático Nacional) donde también se prorrogaron sus actuaciones. Ha pasado por Palma de Mallorca, Ciudad Real, Segovia, Asturias, Murcia, Granada, varias ciudades del País Vasco, Cádiz, Barcelona, Valladolid, Sevilla, Palencia, Puertollano, Zaragoza, Albacete, Valencia, Zamora..., y en el ámbito internacional por Buenos Aires.

ESPECTÁCULO RECOMENDADO POR LA RED NACIONAL

lunes, 14 de junio de 2010

Naufragio

Hoy he salido otra vez a la calle a repartir los papelitos informativos y a pintar los rombitos a tiza por los suelos de Lavapiés; al dejar de hacerlo esta semana pasada, he notado que habíamos bajado un poquito de público. Se desató una gran tormenta, con unos truenos de impresión. Me refugié bajo un toldo viendo como una gran riada se llevaba los rombos naufragados calle abajo. No parecía que fuera a parar nunca de llover, entonces recordé: ¡había dejado la ventana de la habitación abierta! Decidí volver a nado a casa, única forma de hacerlo. Al llegar, me encontré con la caja de libros de protAgonizo pasados por agua: la había dejado justo debajo de la ventana. Se han perdido unos 60 ejemplares de unos 180 que quedaban. ¡Qué le vamos a hacer! Otros pierden la casa, incluso la vida. ¡También tendremos flores otra vez en el campo!

En la foto las primeras gotas

2 comentarios:

Juan sin Credo dijo...

Serán entonces libros ProtAhogados o ProtAnaufragados.
Pero lo más importante es que tú no te hayas acatarrado con tanto naufragio porque eres la auténtica depositaria del valor arcano que contiene el texto

Rotura Producciones dijo...

Cierto es que el más temido enemigo es el catarro, que tan peligrosamente acucia con afonías. ¡Vade retro!