Hoy, 9 de octubre, hace un año que hice un pase de
protAgonizo para
programadores; presentaba por primera vez el trabajo de mas de año y medio en soledad -tiempo que me había llevado la escritura del texto y los ensayos- ante responsables de teatros y distribuidores, en el ánimo de que pudieran interesarse por el espectáculo. Para ello alquilé la sala
El Montacargas dos días: uno para ensayar en el nuevo espacio y otro para hacer la presentación. Envié la invitación del evento a una larga lista de
emails, pero solo acudió un programador, al que tengo que agradecer su presencia aquel día, aunque tras visionar el pase no consideró que el espectáculo pudiera encajar en su línea de
programación. Menos mal que aquel día hubo también
algunos amigos sentados en el patio de butacas que dieron mucho
calorcito y apoyo, con lo que -a pesar del fiasco- fue una bonita y entrañable función. Lo que sí ocurrió es que la sala
El Montacargas me ofreció estrenar allí. Hacía unos años había estrenado, también en esta sala, otra función:
La manzana de oro -junto a mi compañero Juan Manolo
Rodriguez- que marchó muy bien. Esta referencia, junto con que se les acababa de caer un espectáculo que tenían previsto, hizo que nos brindaran la oportunidad de estrenar en noviembre del 09. A los pocos días, el 16 de octubre, se estrenaba
protAgonizo oficialmente en
Aretxabaleta (
Guipúzcoa), esto gracias a mi amiga
Chariki, que es natural de este pueblo y que se encontraba sentada entre el público en aquel pase. El 5 de Noviembre
estábamos estrenando en Madrid en la Sala
El Montacargas. ¡Cómo llueve!

Foto: la vista que se ve hoy desde mi ventana.